Empezamos


Las nuevas tecnologías aportan un poco de magia al mundo de la educación. Sí, nos enganchan y nos entretienen, presentando el conocimiento en forma de juego ¿No es fantástico?

¿Qué es lo que nos lleva a querer aprender? Puede que la curiosidad, la necesidad… pero en el fondo, todas estas razones, tienen el nombre “motivación” escrito debajo y eso es lo que en mi opinión le da un valor especial a las nuevas tecnologías y su relación con el aprendizaje: aparte de nuestra motivación principal, nos da todas las facilidades para llegar a nuestros objetivos.

Ahora mismo tengo en mente aplicaciones de idiomas como Babbel, Duolingo o Tiny Cards. Nos permite acceder al conocimiento cuándo y dónde queramos, a solo un click, nos hace usuarios activos, es decir, hay que producir lenguaje, hay interacción entre la aplicación y el estudiante, además de proporcionar el sonido al mismo tiempo que la lectura o tras la escritura. Es una combinación casi irreal que nos aporta input a través de todos los canales de los que disponemos para aprender.

A parte de esto creo que la ventaja principal, lo más innovador, lo mejor que nos ofrecen las nuevas tecnologías en la enseñanza de lenguas es el feedback inmediato. En mi opinión, esa es la clave para el  aprendizaje, para la motivación y la autogestión del propio conocimiento.

En general, esta mezcla de facilidades, sonidos, imágenes y textos que nos involucran y nos hacer crear, convertirnos en productores activos de la lengua desde el minuto uno, son la magia de las TICS, lo que mantiene la motivación y por lo tanto, algo que impulsa el aprendizaje en el mundo.






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